Con inmenso gozo (1) recibieron la noticia del golpe de Estado en Honduras los grupos conservadores del mundo y sus propagandistas habituales (2). Aunque éstos criticaron retóricamente a los golpistas, repitiendo que “el Presidente Manuel Zelaya había incurrido en múltiples violaciones de la constitución al querer organizar un referéndum para mantener el poder (3).
Tales afirmaciones son falsas. El Presidente Zelaya no vulneró un solo artículo de
Es más, suponiendo que una mayoría de hondureños hubiesen contestado positivamente a esa demanda, la cuarta urna sólo se hubiese instalado el 29 de noviembre, día de la elección presidencial, a la cual -en virtud de
Entonces, ¿por qué se dio el golpe? Porque Honduras sigue siendo la “propiedad” de una quincena de familias acaudaladas que lo controlan todo: poderes ejecutivos, legislativos y judiciales, principales recursos económicos, jerarquía de
La relación económica con la gran potencia norteamericana es de dependencia casi absoluta. Hacia allá va el 70% de sus exportaciones (plátanos, café y azúcar); y de allí llegan unos 3.000 millones de dólares que envían a sus familias 800.000 hondureños emigrados. Y el capital principal (40%) de las fábricas maquilas (mano de obra barata) en zonas francas es estadounidense.
Hace 30 años, al vencer la revolución sandinista en Nicaragua, Washington decidió convertir Honduras en una base de portaviones para combatir a las guerrillas revolucionarias en Guatemala y El Salvador, y apoyar a la “Contra” antisandinista. Una de las primeras medidas consistió en implantar una “democracia controlada” en Honduras. En 1980, hubo por primera vez elecciones libres; fue elegido un año después Roberto Suazo Córdova, quien dio paso a una era siniestra de terror, escuadrones de la muerte, desapariciones y eliminaciones de activistas de izquierdas. En tales circunstancias se promulgo
Una Constitución redactada por los principales grupos económicos que desean mantener para siempre a su favor uno de los repartos de riqueza más inequitativos del mundo, con el 60% de los habitantes por debajo de la línea de pobreza y más de un tercio por debajo de la línea de la pobreza extrema.
Eso es lo que ha querido transformar el Presidente Manuel Zelaya. Perteneciente a una de las grandes familias latifundistas de Honduras y miembro del Partido Liberal, el mandatario trató de reducir las desigualdades. Aumentó el salario mínimo un 50%; detuvo la privatización de las empresas públicas (energía eléctrica, puertos, sistema de salud) y se pronunció a favor de una mayor participación ciudadana en las políticas públicas. Y esto, aun antes de acudir a Petrocaribe en 2007 y de integrarse al Alba (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) en 2008.
La poderosa oligarquía se escandalizo y trató a Zelaya de “traidor a su clase”. Aunque él afirma: “Yo pensé hacer los cambios desde dentro del esquema neoliberal. Pero los ricos no ceden un penique. Todo lo quieren para ellos. Entonces, lógicamente, para hacer cambios hay que incorporar al pueblo”.
El itinerario intelectual de Manuel Zelaya y su conversión a una concepción progresista de la sociedad son ejemplares. En el ejercicio del poder, constata que “el Estado burgués lo componen las elites económicas. Están en las cúpulas de los ejércitos, de los partidos, de los jueces; y este Estado burgués se siente vulnerado cuando yo empiezo a proponer que el pueblo tenga voz y voto” (8). Y viene a descubrir esta idea revolucionaria: “La pobreza no se acabará hasta que las leyes no las hagan los pobres (9).
Es mucho más de lo que pueden soportar los “dueños” de Honduras. Con el apoyo de viejos “halcones” estadounidenses (John Negroponte, Otto Reich) traman entonces el golpe del 28 de junio que ejecutan las Fuerzas Armadas. Todas los Gobiernos del mundo lo han condenado. Porque la época de los “gorilas” ya ha acabado. Y ha llegado la hora de los pueblos.
(1) “Con inmenso gozo” se titulaba el mensaje de Pío XII, el 16 abril de 1939, en el que se congratulaba por la victoria de Franco en
(2) Mario Vargas Losa, “ El golpe de las burlas”. El País, 12 julio de 2009; Álvaro Vargas Llosa, “ Zelaya, el responsable del golpe”; CNN en español, 1 julio de 2009
(3) El País, 1 y 5 julio 2009
(4) Francisco Palacio Romeo, “Argumentos de derecho constitucional primario para una oligarquía golpista primaria”, Rebelión, 3 julio de 2009
(5) En las elecciones generales se colocan tres urnas: la primera para designar presidente, la segunda a los diputados y la tercera a los alcaldes.
(6) En su novela Cabbages and King, 1904
(7) El País, 28 junio de 2009
(8) El País, 28 junio de 2009
(9) El País, 28 junio de 2009
Escrito de Ignacio Ramonet, en el Nuevo Diario de Nicaragua, agosto 2009
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